Ricardo Tisci, el genio tras Givenchy nos ofrece una colección innovadora digna del diseño de moda elevado a la categoría de arte.
Una colección descrita por la firma, como «Collision of Contradiction» (Colisión de Contradicción).
Fusiona la elegante silueta de la musa de los años 60 de Hubert de Givenchy, Audrey Hepburn; con en el ecléctico, bohemio y recargado vestir de los gitanos nómadas del sur de Italia.
Coherente con su particular universo, tras siete años en la casa, los códigos de Tisci se reconocen al instante. Sin embargo el diseñador consigue renovarse para ofrecernos novedosos y estructurados diseños de clásicas prendas como capas, capelinas, boleros y rectas faldas; combinadas magistralmente con modernos detalles cortados a láser.
El pasado con reminiscencias a los escultóricos patrones de Hubert de Givenchy, convive armoniosamente con un futuro de ciencia ficción aportado por gafas máscara y sandalias de caña XXL, generando una sensación de exclusiva e ingeniosa onda tribal.
Consigue combinar en tán sólo 10 propuestas un sinfín de materiales como piel, ante, visón, cachemira, jersey, terciopelo, crepe y satén; con ricos detalles de lentejuelas, pedrería, bordados y flecos.
Tejidos pesados y bien armados, para mostrarnos rigurosas y sobrias siluetas, que sin embargo consiguen la apariencia de caer libremente.
A caballo entre detalles gipsy como las mantas ricamente bordadas, los adornos, los fajines y borlones, y detalles medievales como los remates en piel y los regios abrigos.
Diseños en los que la espalda cobra una especial importancia, con espectaculares escotes y extraordinarios mosaicos de abalorios. Ahonda en una novedosa silueta más recta, casi columna.
En cuanto a los colores, Ricardo Tisci continúa con una paleta oscura que se centra en el negro y marrón, para sorprender con diseños en beis y pinceladas de rojo escarlata.
Una colección Givenchy, impresionante y extravagante… una auténtica colisión de contradicción.









